Los recientes sucesos han traído a la luz nuevos retos en el área educativa. El factor humano, aunque fundamental para el aprendizaje, a veces se ve obstaculizado por situaciones externas. Es por ello que la tecnología contribuye significativamente a complementar lo aprendido en el aula.
Día a día, incluso en clases presenciales, es cada vez más frecuente el uso de dispositivos y aplicaciones para mejorar la experiencia académica.
Durante el distanciamiento social, maestros y alumnos debemos aprovechar lo que estas herramientas pueden ofrecer. Un buen ejemplo es Google Classroom, plataforma especializada para gestionar un mejor funcionamiento de las clases:
Con Classroom, tanto profesores como alumnos pueden acceder a través de cualquier computadora o dispositivo móvil a los deberes de la clase, los materiales del curso y los comentarios.
Los educadores pueden hacer un seguimiento del progreso de los alumnos para saber dónde y cuándo hacerles comentarios adicionales, brindando recomendaciones constructivas y personalizadas.
Gracias a las nuevas tecnologías, la educación está en un constante movimiento y transformación; aprovechemos estos recursos para mejorar nuestra experiencia educativa.